Tradicionalmente, el mercadeo ha estudiado con mayor profundidad el acto de consumo.
Las investigaciones de todo tipo, los paneles de investigación, las encuestas, las entrevistas y en general todos los estudios se han dedicado al consumo, quizá debido a que este está más relacionado al cierre del proceso comercial y no se ha sabido visualizar que la compra condiciona todo el acto comercial, incluido el consumo.
Durante el acto de compra se pone a prueba todo el intenso plan de mercadeo, en el que el desarrollo de producto, su empaque, su posicionamiento, su fijación de precio, su promoción y su colocación en el canal consumen un inmenso esfuerzo, realizado por un sinnúmero de personas.
Todo esto se pone en juego en el acto de compra, antes del consumo.
Y todo esto debe ser estudiado en el tiempo que transcurre entre el momento en que la persona ingresa al almacén y el momento en que sale del mismo. Es un tiempo promedio entre quince minutos y dos horas, en el que se toman múltiples decisiones y se atraviesan muy variadas circunstancias.
Estudiar la compra trae, pues, las más importantes consecuencias.