Cuando alguien está hablando, y sobre todo cuando un cliente o prospecto está intentando comunicar lo que desea o necesita, debe escucharse prestando la atención debida, sin interrumpir, y aclarando lo que pueda ser generador de dudas e interpretaciones erradas.
La dificultad nace de nuestra capacidad de trabajo cerebral, debido a que el cerebro “trabaja” a poco más de tres veces la velocidad de dicción normal de los humanos, por lo que es posible, y de hecho tanto se da, “interpretar” lo que se está escuchando.
Se requiere entonces concentración para atender y entender lo que la otra persona está diciendo, y eso, no es tan fácil, y menos en una sociedad como la que vivimos, en la que todo es demasiado rápido. Pero por más que vivamos contando minutos, un verdadero mercadólogo, y su gente, deben escuchar con atención y respeto.
Perceptología Comercial 